Alianza de los Estados musulmanes: ?utop?a o perspectiva?

Опубликовано: 13.02.2015

Uno de los principales ?xitos de la diplomacia es la concertaci?n de uniones. Y esas uniones pueden abarcar varios aspectos: ideol?gicos, econ?micos, informativos, pol?ticas. etc.

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En los ?ltimos a?os, cada vez m?s las tendencias de unificaci?n ceden ante los procesos separatistas. Algunos pa?ses, por ejemplo como Sud?n y Sud?n del Sur ya han quedado separados, y otros, como Irak o Libia, avanzan hacia su desintegraci?n en territorios separados.

Sin embargo, en la era moderna tambi?n ocurren procesos de unificaci?n. Y a pesar de que esos procesos se producen en espacios geopol?ticos amplios, no por eso pierden importancia. Por el contrario, cualquier nueva alianza, creada a nivel internacional, lleva consigo un potencial para el progreso y desarrollo de los pa?ses miembros de esa uni?n. Porque sin duda, el apoyo mutuo puede ayudar a la superaci?n de una amplia variedad de dificultades y problemas.

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En su tiempo, los estados musulmanes lograron crear algunas uniones y alianzas. Sin embargo, en su mayor parte, muchas de ellas aparecieron, o bien como organizaciones puramente decorativas, o como uniones de intereses muy estrechos o espec?ficos. Esta situaci?n condujo al mundo del Islam al caos y la confusi?n, que ahora se puede verse en muchos pa?ses musulmanes.

Algunas de las alianzas no pudieron operar con todo su potencial, aunque su puesta en marcha como proyectos reales, pudo producir una cantidad enorme de dividendos. Entre estas iniciativas se destaca en particular el proyecto para la creaci?n llamado grupo del “Ocho Musulm?n”. Esta alianza implic? la uni?n de los pa?ses isl?micos grandes y poderosos como Turqu?a, Ir?n, Pakist?n, Indonesia, Egipto, Malasia, Bangladesh y Nigeria. La simple enumeraci?n de estos pa?ses destaca el poder y su enorme potencial. Aunque, por supuesto, en esa asociaci?n faltaron representantes de la Pen?nsula Ar?biga. Pero su ausencia, probablemente pudo tener un car?cter temporal, si el proyecto hubiera demostrado realmente su eficacia. Aunque no hubiera sido a pleno rendimiento, incluso al menos a la mitad. En resumen, la situaci?n es como sigue…

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Oficialmente, el “Octeto Musulm?n” fue creado en junio de 1997 en Estambul, donde se encuentra su sede. Esta ubicaci?n no fue casual, porque uno de los principales iniciadores de la alianza fue el reconocido pol?tico turco Necmettin Erbakan. Mientras Erbakan fue primer ministro de Turqu?a, y durante su corta administraci?n, trat? de llevar a la pr?ctica, lo que para ese tiempo era apenas una aspiraci?n, el acercamiento geopol?tico real de los pa?ses musulmanes. Este vector de desarrollo del mundo musulm?n de tanta actualidad fue respaldado por varios l?deres pol?ticos en otros pa?ses, y como resultado apareci? una poderosa uni?n supranacional.

Cabe destacar que a pasar de la destituci?n del primer ministro Erbakan, el “octeto musulm?n” continu? sus actividades. Y hasta 2001, la alianza continu? celebrando cumbres, tratando de evitar la interrupci?n de esos procesos de integraci?n. Desafortunadamente, estos esfuerzos no dieron el resultado esperado. Los procesos pol?ticos que tuvieron lugar dentro de cada pa?s, de una manera u otra, tuvieron consecuencias negativas.

En primer lugar, por supuesto, influyeron los cambios ocurridos en Turqu?a. Como se mencion? anteriormente, bajo la presi?n de los c?rculos militares, Erbakan fue obligado a dimitir. Y curiosamente, sucedi? casi inmediatamente despu?s de que se dieron las bases para una nueva alianza musulmana supranacional. Esta circunstancia, sugiere reflexiones muy serias relativas al car?cter no ocasional de esa “extra?a coincidencia”. En ese tiempo, los partidarios del secularismo y el kemalismo, todav?a ten?an gran influencia y posibilidades, y pronto al ex primer ministro del todo le prohibieron participar en actividades pol?ticas durante cinco a?os. Naturalmente, que esto afect? al proyecto en su conjunto. Aunque, como ya se dijo, durante alg?n tiempo la alianza continu? sus actividades.

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Es extra?o, pero el disc?pulo y en cierta medida, heredero de Necmettin Erbakan, el reci?n elegido presidente de Turqu?a, Recep Tayyip Erdogan, no avanz? por esta v?a prometedora. En una etapa inicial, esto se pudo explicar por consideraciones t?cticas, como evitar repetir el destino de su predecesor. Sin embargo, despu?s de que la “quinta columna” de los militares qued? casi completamente relegada a un lado, el proyecto de asociaci?n musulmana pudo ser revivido. Es muy dif?cil mencionar las razones por las que Erdogan no emprende esfuerzos en esta direcci?n tan importante y prometedora.

Es evidente que “la alianza de los pa?ses musulmanes” puede elevar a los pa?ses isl?micos a un nuevo nivel geopol?tico.

Podr?n los l?deres musulmanes superar las diferencias y ambiciones que les impide unirse, como a veces ocurre en otras regiones. De esto depende el destino principalmente los propios musulmanes, ir por la v?a de Somalia, Libia e Irak, o tratar de reanimar la tan necesaria concepci?n de unidad que tiene tanta actualidad.

Agencia de estudios geopol?ticos “Manara”

Muslim Politic

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