El intento de independencia de Afganist?n: ?Lo conseguira?

Опубликовано: 15.04.2015

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El Afganist?n actual ha sido durante muchos a?os uno de los principales focos de tensi?n regional, y tambi?n protagonista de noticias candentes para los principales medios de informaci?n de todo el mundo.

Las recientes elecciones presidenciales, que transcurrieron con tanta dificultad y terminaron con el pol?mico acuerdo en el que Ashraf Ghani, fue elegido jefe de Estado, y su oponente Abdullah Abdullah, jefe del gabinete, despertaron grandes espectativas en el pa?s asi?tico, expectativas que si bien no pudieron revertir la situaci?n, al menos deben cambiar el vector de desarrollo de Afganist?n. ?Ocurre esto ahora?

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En primer lugar, hay que tener en cuenta que la confrontaci?n entre Abdullah y Ghani no he terminado definitivamente. Esta confrontaci?n es evidente al momento de establer los candidatos a cargos ministeriales. A pesar de la promesa de que esta atribuci?n le compete el jefe del gabinete, el presidente frecuentemente interfiere en este proceso, proponiendo tales o cuales candidatos. As?, cuando el primer ministro propuso la candidatura de Ata Mohammad Noor (ex gobernador de la provincia de Balkh), Ghani propuso al mismo cargo al ex Jefe de Estado Mayor Shermuhammad Karimi.

Adem?s, entre las condiciones para el nombramiento de ministros, Ghani exigi? que los candidatos no debieron ni deben tener ninguna implicaci?n en el conflicto armado afgano, lo que limit? considerablemente el numero de aliados leales a Abdullah, que como ?l, fueron miembros de la “Alianza del Norte” y partidarios del l?der indiscutible de la coalici?n antitalib?n Ahmad Shah Massoud.

Estas medidas promovidas por el presidente, en parte son comprensibles – Ghani trata de ganar por lo menos un poco de apoyo, porque est? perdiendo r?pidamente la aceptaci?n de sus partidarios. Si un mes despu?s de su arribo al poder, la gestit?n de Ghani la apoyaba el 59% de los afganos, 3.5 meses despu?s el trabajo del jefe de Estado fue valorado positivamente ?nicamente por un 27% de la poblaci?n. En este caso, el n?mero de insatisfechos aument? del 6 al 32%.

La insatisfacci?n tambi?n se refleja en la c?mara baja del parlamento (Volusia Jirga), donde un grupo de diputados promovieron la convocatoria del Consejo de Ancianos (Gran Jirga). Seg?n esos diputados, la agenda del consejo debe ser la apertura de un proceso contra Ghani por “traicionar a los intereses nacionales.” Hay que reconocer que los diputados en parte tienen raz?n – desde la elecci?n de Ghani como presidente, Afganist?n todav?a no tiene Gobierno, no ha nombrado a los jefes en las provincias, y tampoco a los directores de las instituciones de seguridad, incluso a nivel municipal.

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Otra circunstancia importante: el presidente Ghani es conocido como un pol?tico que hasta la llegada de los estadounidenses, nunca antes hab?a ocupado cargos p?blicos en Afganist?n, no combati? contra los talibanes, durante largo tiempo se dedic? a la docencia y trabaj? en Occidente, y de ninguna manera estuvo involucrado en la pol?tica afgana. En este sentido, Ghani est? en desventaja considerable frente a Abdullah. Sin embargo, Ghani tiene la reputaci?n de promover los intereses estadounidenses porque les debe a Washington su vertiginoso ascenso de simple funcionario del Banco Mundial y el rector de la Universidad de Kabul hasta la presidencia del pa?s.

Ghani no planea cambios radicales para romper la situaci?n actual en el pa?s y est? dispuesto a cooperar con EEUU en cualquier circunstancia, lo que en general, determin? el apoyo que le concedi? Washington. Por el contrario, su rival, el Dr. Abdullah, propuso un amplio programa de reformas, propuestas que a EEUU no le gust?.

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En el contexto de las dos fuerzas pol?ticas principales en Afganist?n, el factor ?tnico tambi?n tiene aspectos de inter?s. Abdullah Abdullah pertenece al grupo ?tnico tayiko, que antes cont? con el apoyo de Washington. Los pastunes la etnia a que pertenece Ashraf Ghani, y que constituye la columna vertebral del movimiento “Talib?n”, durante cierto tiempo tuvieron una posici?n menos privilegiada ante EEUU.

Sin embargo, esta situaci?n comenz? a cambiar, y de esta manera, a la presidencia de Afganist?n (con el apoyo directo de EEUU), lleg? Hamid Karzai – representante de la mayor?a pasht?n, a pesar de pertenecer a un clan completamente diferente.

En este sentido, cabe destacar que para formar un gobierno y nombrar las autoridades locales, Ghani ha hecho varios intentos de negociar con los “talibanes” actualmente, el asunto que m?s preocupa a la ?lite gobernante afgana. As? al iniciar conversaciones con los talibanes, Ghani los ha llamado “hermanos en desacuerdo” y “adversarios politicos”.

Esto tambi?n se convirti? en uno de los motivos que impuls? a los diputados a emprender el proceso de impugnaci?n contra presidente. Y ahora, en el caso de que los dos tercios de c?mara baja apoye la iniciativa de los diputados, el Consejo de Ancianos, la m?xima autoridad en Afganist?n deber? reunirse y examinar las denuncias promovidas contra el jefe de Estado.

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En base a lo expuesto anteriormente, parece que la conclusi?n que se puede hacer es que despu?s del cambio de poder, la situaci?n en Afganist?n no ha cambiado. Sin embargo, esto no es as?. A pesar del aumento de la actividad de los talibanes tras la retirada de las fuerzas militares extranjeras, a pesar de los frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad y los intentos de encerrarlos en las capitales de las provincias, la administraci?n de Ghani no es tan d?bil como se pronostic?. El a?o pasado, por primera vez y sin la ayuda de las tropas estadounidenses, el ej?rcito afgano emprendi? acciones contra la oposici?n armada, realizando operaciones ofensivas por su cuenta. Y aunque esas operaciones han ocasionado p?rdidas considerables, los militares afganos tambi?n han demostrado que “el actual gobierno afgano puede garantizar su propia seguridad”, al menos, sin el apoyo militar directo y significativo de EEUU.

Pero sin el apoyo econ?mico de Washington, parece que Kabul no puede sobrevivir. Sobre todo porque los talibanes, a?n perdiendo territorio, a veces lo recuperan de nuevo. En consecuencia, ante el gobierno afgano se impone el problema de mantener bajo control los territorios recuperados. En este sentido, tiene especial importancia a la formaci?n territorial de las milicias de polic?a local – los Arbaces, cuyo n?mero de miembros ya han alcanzado los 30.000 efectivos. A pesar de los casos de criminalidad, actividades independientes e incluso intentos de crear gobiernos alternativos en las regiones, por el momento, el gobierno de Ghani se ve obligado a apostar por los arbaces, en consonancia al principio de que son: la “menor de las desgracios”.

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Al analizar la situaci?n interna en Afganist?n, no se puede ignorar que la crisis pol?tica del pa?s tiene ra?ces muy profundas, y solucionarla en dos o tres a?os es pr?cticamente imposible. Adem?s, las fuerzas externas, principalmente Washington tienen una influencia muy grande lo que afecta a toda la situaci?n en conjunto.

Lo m?s probable es que esta influencia repercuta en la confrontaci?n entre Ashraf Ghani y Abdullah Abdullah, y tambi?n entre los diputados del parlamento que representan la ?lite pol?tica y el resto de la poblaci?n. En consecuencia, obviamente el presidente dilatar? la adopci?n de decisiones clave lo que complicar? su propia situaci?n, la del gobierno, y la pa?s en su conjunto.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta el hecho de que, a pesar de muchos pron?sticos, el sistema pol?tico de Afganist?n, el ej?rcito y la polic?a no se derrumbaron inmediatamente despu?s de la retirada de la mayor parte de las tropas extranjeras, demostrando su capacidad de actuar de forma independiente. Todo esto puede ser la evidencia de que para Afganist?n existe la posibilidad de una v?a dif?cil y tortuosa, pero tan necesaria para que cada pa?s adquiera su verdadera independencia.

Anton Evstratov, polit?logo

Muslim Politic

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