Arabia Saudita est? en el umbral de grandes cambios morales, ?ticos y sociales

Опубликовано: 26.05.2017

Saudi Comic Con

A mediados del pasado mes de febrero, la capital saud?, Riad, fue escenario de un concierto de la cantante nacional Waad. El concierto fue organizado como un evento exclusivamente femenino dedicado al cantante Tarek Abdelkhakim, qui?n muri? en 2012. Entre los invitados al concierto asistieron varias princesas saud?es.

El concierto de Waad form? parte de la campa?a lanzada a principios de febrero en “Twitter”, con el hashtag que puede traducirse del ?rabe como # Mohammed_Abdo_ necesario_Er Riad. Se trataba del cantante saud? Abdo, qui?n actu? ante una audiencia de m?s de seis mil varones, en la localidad de Jeddah, el pasado 30 de enero. La asistencia de mujeres al concierto fue prohibido por decisi?n de la “Administraci?n P?blica para Asuntos del Esparcimiento”, entidad relacionada con autoridades supremas del clero saud?, que se manifiesta en contra de cualquier tipo de evento laico que signifique la reuni?n p?blica y masiva de personas de ambos sexos.

Posteriormente, el director de la empresa Rotana Group, organizadora del evento, en una entrevista a “Al-Arabiya” dijo que su compa??a (perteneciente al pr?ncipe saud? Al-Waleed bin Talal) puede organizar conciertos para el p?blico femenino siempre y cuando sean autorizados por el gobierno saud?.

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?Y cu?l es la postura de Riad? Por el momento, las autoridades saud?es prestan atenci?n a las opiniones de los cl?rigos de alto rango que se oponen a los cambios que se producen en el reino ?rabe recientemente. As?, el Mufti Supremo de Arabia Saudita, en una entrevista al canal de televisi?n “Al-Majid” dijo el pasado 13 de enero que los conciertos musicales y el cine s?lo perjudican y conducen a la inmoralidad y el libertinaje. Y dos d?as m?s tarde, el director de la “Administraci?n P?blica para Asuntos del Esparcimiento”, visit? al Mufti para informarle que todos los conciertos que se celebran en el pa?s se organizan rigurosamente solo para hombres y exclusivamente solo para mujeres por separado.

A finales de febrero, en la misma localidad de Jeddah, por primera vez en la historia del reino saud? tuvo lugar la celebraci?n de un festival de cultura pop. Durante tres d?as, la ciudad fue visitada por m?s de 20.000 personas provenientes de todo el pa?s. Al respecto, los cl?rigos saud?es calificaron el evento como “culto a Satan?s”.

Cabe se?alar que los representantes de organizaciones como “El Consejo Supremo de Sabios” y “Consejo para la Promoci?n de la Virtud y la Prevenci?n del Vicio” en su mayor parte tienen posturas muy conservadoras, al ser partidarios de prohibir el canto casi en cualquiera de sus modalidades. Y m?s a?n cuando las canciones son acompa?adas por m?sica y los eventos musicales implican la reuni?n simult?nea de personas de ambos sexos.

Pero ?ltimamente, la mayor?a de los cl?rigos nombrados por el Tribunal Real, se abstienen de expresar su verdadero punto de vista, al parecer, para evitar el descontento en instancias superiores. Esto se debe al hecho de que las actitudes estrictas e intransigentes son consideradas contradictorias a la nueva postura del Tribunal Real. Sobre todo, porque lo que diga el Tribunal es parte del plan “Estrategia 2030”, promovido por el pr?ncipe Bin Salman. Siguiendo esta posici?n, la “Administraci?n P?blica para Asuntos del Esparcimiento”, incluso present? “un calendario de actividades” para 2017, saturado de conciertos musicales y exhibici?n de pel?culas.

Aquellos que se atreven a hablar p?blicamente en contra de este tipo de actividades como, por ejemplo, el miembro del Consejo Abdullah Al-Mutlaq, lo hacen con mucha cautela, tratando de ocultar sus ideas con frases vagas y generales. Durante una entrevista a la radio Arabia “Nida al-Islam”, a mediados de enero, Mutlaq expres? su rechazo hacia los conciertos de forma indirecta y discreta. Pidi? prestar atenci?n a las declaraciones hechas por el Mufti de Arabia Saudita, cuando manifest? su rechazo hacia este tipo de eventos. Adem?s, propuso convocar una consulta popular para conocer la opini?n de la poblaci?n, porque, seg?n su opini?n, “la gente no quiere que se le impongan este tipo de espect?culos”.

Es importante destacar que Mutlaq no mencion? al tribunal Real, que en mayo de 2016 orden? la creaci?n de la “Administraci?n P?blica para Asuntos del Esparcimiento”, nombrando un presidente y con la facultad de organizar conciertos. Aunque es sabido que las normas sauditas proh?ben la realizaci?n de estas actividades, independientemente cumplan o no con la condici?n de que deben realizarse por separado para hombres y para mujeres.

Y esto no es casual. A pesar de que todos los eventos culturales y conciertos que se celebran en el Arabia Saudita, deben ser aprobados por las autoridades de provincia, o su representante, los partidarios de posturas conservadoras evitan criticar p?blicamente a la familia real. Ellos prefieren expresar su descontento y criticar duramente a la “Administraci?n P?blica para Asuntos del Esparcimiento”, o directamente a los artistas que participan en los conciertos.

En ocasiones anteriores, a menudo esto supuso ciertas victorias para los conservadores. As?, en 2009, el pr?ncipe Feysal bin Khalid, emir de la provincia de Asir, en el sur de Arabia Saudita, cancel? completamente todos los conciertos programados durante el festival anual de Turismo, que tiene lugar en la ciudad de Abha desde 1998. Entonces, el pr?ncipe dijo que debido a la fuerte presi?n de la opini?n p?blica, en adelante en su provincia ?nicamente se celebrar?n eventos “culturales y populares”. Explic? su decisi?n diciendo que “no consideraba los conciertos actividades importantes y que ten?a muchas dudas sobre ellos.” Los conservadores de Asir aplaudieron muy complacidos esta decisi?n.

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Sin embargo, recientemente, la situaci?n comenz? a cambiar muy claramente: el gobierno saud? ha adoptado algunas medidas encaminadas a debilitar la influencia de los partidarios de la l?nea dura en las instituciones religiosas. Por ejemplo, en abril de 2016, el Consejo de Ministros aprob? una ley que priv? al “Consejo para la Promoci?n de la Virtud y la Prevenci?n del Vicio” el derecho a detener e interrogar civiles.

Entre otros ejemplos – el decreto real publicado en diciembre de 2016 sobre la transformaci?n del “El Consejo Supremo de Sabios” aumentando el n?mero de sus presidentes de 19 a 21. Al mismo tiempo, los miembros del Consejo de posturas conservadores, gradualmente han sido reemplazados por personas que apoyan la nueva pol?tica de la casa real, orientada, seg?n sus promotores, “al desarrollo de una sociedad saud? m?s progresiva, especialmente en lo relacionado con las mujeres y las artes.”

De esta manera, “El Consejo Supremo de Sabios” cada vez es m?s flexible, y probablemente, muy pronto apoyar? la nueva pol?tica promovida por la familia real. A pesar de conservadores notables como Salih Al-Lyuhaydan, Salih Al-Fawzaan y el Gran Mufti, que, por cierto, no siempre hablan de otros asuntos espinosos para el pa?s – en particular, la corrupci?n rampante y el creciente desempleo. Por ejemplo, los conservadores nunca han opinado sobre la subida de los precios de la gasolina y la electricidad, o la decisi?n del Gobierno de suspender el reajuste salarial anual y otras bonificaciones para los trabajadores saud?es.

Pero esta aparente neutralidad ayudar? muy poco a los conservadores, debido a que las autoridades saud?es ya expresaron muy claramente su postura: el pasado 5 de enero en una entrevista a la revista “Foreign Affairs” el hijo del rey Salman no ocult? sus preocupaci?n con respecto a la presencia en el pa?s de “cl?rigos extremistas, que pueden socavar el proceso de reformas”, en alusi?n al rechazo expresado por los conservadores a la celebraci?n de conciertos y producciones de cine.

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Es evidente que el gobierno saud? afronta un serio dilema: por un lado, necesita apartarse de los r?gidos pilares conservadores, arraigados en la sociedad casi desde la fundaci?n del reino, pero, por otro lado, necesita la ayuda de los l?deres religiosos que confirmen la legitimidad pol?tica de la monarqu?a saud?.

Para llevar a cabo sus planes, Riad utiliza principalmente dos formas – bien sea comprando la lealtad a los conservadores, o bien sustituy?ndolos por personas m?s condescendientes. Es evidente que la sociedad saud? est? claramente dividida: una parte que apoya posturas anticuadas y en su mayor parte inoperantes, y otra parte que exige cambios, a veces realmente necesarios, aunque tambi?n otros que pueden ser muy cuestionables. Y si del lado de la primera parte se encuentra la ?lite religiosa, la segunda parte de la sociedad est? integrada por – cientos de miles de saud?es graduados en universidades occidentales. ?Ser? posible establecer los l?mites ante los cuales ?stos j?venes estar?n dispuestos a detenerse? ?Podr?n sus aspiraciones hacia los cambios destruir las normas y valores morales establecidos en la sociedad saud?, si avanzan con todo ?mpetu y sin detenerse? Las leyes naturales siguen vigentes – entre m?s fuerza se comprima el resorte, con m?s fuerza a?n se enderezar?.

Adem?s, surge otro problema que est? teniendo lugar en Arabia Saudita, los cambios est?n conduciendo a la p?rdida de control sobre miles de j?venes creyentes que gradualmente sienten menos confianza en el gobierno y en las autoridades religiosas. ?A donde pueden llegar finalmente? La respuesta es m?s que obvia …

Muslim Pol?tic en base a materiales publicados por medios de prensa occidental

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