El asesinato de un periodista como elemento de la confrontaci?n pol?tica e informativa entre Turqu?a y Arabia Saudita

Опубликовано: 24.04.2019

En la segunda de enero de 2019, el titular del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turqu?a Mevlut Cavusoglu declar? que su pa?s tiene la intenci?n de emprender una investigaci?n internacional sobre el asesinato del periodista saud? Jamal al-Hashagdzhi (Khashoggi). Esto significa que Ankara continuar? su enfrentamiento geopol?tico con Arabia Saudita y sus aliados, tratando de sacar provecho m?ximo a una “carta de triunfo” que directamente le cay? en sus manos.

El periodista desapareci? del Consulado General de Arabia Saudita en Estambul, el pasado 2 octubre de 2018. La primera en dar la voz de alarma fue su novia a la cu?l, Khashoggi le hab?a advertido que en caso de fuerza mayor, ella tendr?a que llamar a periodistas amigos y al asesor del partido oficialista turco “Partido de la Justicia y Desarrollo” (AKP), Yasin Aktayu.

Al final result? que esa advertencia no fue casual – cinco horas m?s tarde, representantes consulares dijeron que el periodista supuestamente hab?a abandonado el edificio del Consulado General. Posteriormente, incluso autoridades de Riad mostraron un v?deo de las c?maras de vigilancia, en el que puede verse c?mo el periodista aparentemente abandona el edificio en direcci?n a la ciudad. Pero esa versi?n no pudo confirmarse, al quedar cuestionada por los zapatos que utiliz? uno de los agentes del servicio secreto saud? que por lo visto, intent? hacerse pasar por Khashoggi. En resumidas cuentas, y sin este intento de falsificaci?n, la parte turca pudo reunir evidencias (audio y v?deo) m?s que suficientes para demostrar el asesinato de Khashoggi. Ankara decidi? darle a este suceso una amplia y resonante campa?a de difusi?n y la comunidad internacional volc? toda su atenci?n sobre el asunto.

Las autoridades turcas no cedieron ante las s?lidas concesiones que les prometi? el principe Khalid bin Faisal. A finales de noviembre, la Corte Penal de Estambul emiti? ?rdenes de arresto contra integrantes del servicio secreto saud? implicados en el asesinato del periodista opositor. Como resultado, el Riad se vio obligado a tomar medidas: en primer lugar, uno de los sospechosos muri? ‘accidentalmente’ en un accidente de tr?fico, y posteriormente, otros presuntos sospechosos, fueron detenidos, y algunos de ellos incluso afrontan penas de muerte.

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?Cual es la raz?n de la postura de Ankara en este asunto? A primera vista, parece extra?o, dada la opini?n extendida entre los musulmanes sobre la supuesta alianza que existe entre Turqu?a y Arabia Saudita para contrarrestar a Ir?n. En realidad, esto es un mito.

En primer lugar, en el mundo ?rabe la actitud hacia los turcos no es muy amistosa, al menos a nivel de las ?lites. Esto se debe a la herencia otomana, que muchos l?deres ?rabes actuales consideran como muy negativa. Todav?a, algunos de ellos consideran que la llamada Gran Revuelta ?rabe que ocurri? a principios del siglo XX y que condujo a la expulsi?n de los turcos de Arabia y Levante, fue favorable para los ?rabes. Por otra parte, uno de los ide?logos de esa revuelta – el conocido oficial brit?nico Lawrence de Arabia – sigue siendo considerado casi un “h?roe nacional”.

El segundo obst?culo entre Ankara y Riad es el apoyo turco al movimiento pol?tico Hermanos Musulmanes (“Ikhwan al-Muslimun”). El partido oficialista turco AKP, de hecho, tiene la misma plataforma ideol?gica del llamado Islam pol?tico, que es la ideolog?a de los Hermanos Musulmanes. Por esa raz?n, el principal aliado de los turcos en el mundo ?rabe es Qatar – la ?nica monarqu?a ?rabe que actualmente apoya oficialmente a los “Ikhwan al-Muslimun”. A su vez, Arab?a Saudita, los Emiratos ?rabes y Egipto son los principales enemigos ideol?gicos y pol?ticos de la hermandad musulmana. Por cierto, el periodistas saud? asesinado era considerado un aliado de los Hermanos Musulmanes, y esto irrit? a?n m?s a las autoridades turcas.

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Analizando las plataformas ideol?gicas de Turqu?a y Arabia Saudita, ?sta ?ltima se ve claramente m?s d?bil. Y hay varias razones. En primer lugar, hay que se?alar que la ideolog?a saud? est? experimentando transformaciones revolucionarias. La estricta observancia de las ense?anzas de Ibn Abd al-Wahhab, el llamado Salafismo result? injustificada. En primer lugar, la realidad actual simplemente no encaja en esta ense?anza: basta recordar los argumentos de las autoridades y te?logos saud?es acerca de cosas tan b?sicas como la televisi?n, internet o el cine. Los ejemplos no son dif?ciles de encontrar: la conocida pel?cula “Al-Risala” (sobre el Islam), durante mucho tiempo no pudo obtener la correspondiente ley religiosa de aprobaci?n (fatwa) por parte de los eruditos saud?es.

En segundo lugar, los movimientos “salafistas”, patrocinados masivamente por Riad en el todo el mundo no siempre simpatizan con Arabia Saudita como estado. Algunos de esos grupos han optado ideolog?as radicales y actualmente promueven posturas abiertamente antisaud?es. El ejemplo m?s claro – la organizaci?n “Al-Qaeda”, creada con dinero saud?, que actualmente se enfrenta abiertamente al gobierno saud?, incluso perpetrando atentados en el territorio de ese pa?s. Esto significa que de hecho, el mismo Riad cre? a su propio enemigo, y desafortunadamente, no es la primera vez que comete un error semejante: otro ejemplo fue la organizaci?n Dzhuhaymana, que ocup? la Mezquita Sagrada de La Meca, en 1979. Por lo visto, las autoridades saud?es no aprendieron nada de las consecuencias que puede tener el apoyo a organizaciones pol?ticas radicales.

Estas graves deficiencias que incluso abiertamente reconocen las autoridades saud?es han conducido a cambios importantes. El nuevo pr?ncipe heredero, tras comprender que la vieja ideolog?a no es adecuada para el desarrollo y que frena considerablemente el progreso del pa?s, renunci? al legado ideol?gico de Ibn Abd al-Wahhab. Sin embargo, ?qu? es lo que ofrece a cambio? Oficialmente, la nueva ideolog?a fue denominada “Islam moderado”, pero en realidad se trata de otra cosa. En esencia, lo que ofrece el pr?ncipe es una mezcla de nacionalismo ?rabe, y liberalismo secular con elementos de tecnocracia. Esta ideolog?a fue copiada a sus vecinos, los Emiratos ?rabes Unidos, el cual, a su vez, sigue los est?ndares occidentales, y todas todas las consecuencias que de esto se derivan.

En este contexto, la plataforma “neo-otomana” de Turqu?a es m?s atractiva para la mayor?a de los musulmanes comunes. Al menos, Ankara no ha renunciado al legado isl?mico, mientras que Riad est? tratando de relegarlo a un segundo plano. Es evidente hacia qu? lado se volcar? la simpat?a del mundo musulm?n en la ?poca de renacimiento religioso. Tal vez el ?nico aspecto que podr?a inclinar a la opini?n p?blica en favor de los saud?es es la existencia de un enemigo com?n. Sin embargo, ese papel no puede otorgarse ni aTurqu?a ni a Ir?n, especialmente en zonas como el norte y el occidente de ?frica y el sudeste asi?tico. La influencia iran? y turca se ve con temor ?nicamente en la Pen?nsula Ar?biga. Por lo tanto, si Arabia Saudita, los Emiratos ?rabes y sus aliados continuan ese vector de pol?tica exterior, lo m?s probable, es que tendr?n una gran decepci?n y la esperanza de contar EEUU, ahora con Donald Trump, cada vez ser? m?s ef?mera.

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Por lo tanto, la confrontaci?n entre Arabia Saudita y Turqu?a se basa en dos factores importantes: el ?tnico y el ideol?gico. El tercer factor m?s importante es el geopol?tico – tanto Turqu?a como Arabia Saudita aspiran a consolidar su supremac?a en el mundo ?rabe-musulm?n, y esto obliga a que cada uno vea en el otro a un rival que es necesario enfrentar. Los aliados de Riad incluye a los Emiratos ?rabes, Bahrein, Egipto y Sud?n, en parte, Kuwait y Om?n. Adem?s de lazos fuertes con Estados Unidos y otros pa?ses occidentales. Por su parte, Ankara tiene un aliado incondicional – Qatar. Adem?s, ha normalizados sus relaciones con Ir?n y Rusia. En general, Turqu?a est? tratando de maniobrar entre los diferentes centros de poder, fortaleciendo gradualmente su potencial militar, econ?mico y pol?tico.

En este enfrentamiento geopol?tico, los turcos cuentan con la gran experiencia acumulada durante el periodo otomano y su apoyo a los Hermanos Musulmanes. Arabia Saudita en cambio, tiene a su favor los sentimientos anti-turcos y mucho dinero. Pero para ambos bandos esas ventajas tambi?n tienen sus inconvenientes. Por ejemplo, la apuesta de Turqu?a por los Hermanos Musulmanes no produjo los dividendos esperados: La primavera ?rabe se ha hundido en un “oto?o”, y lo m?s importante – fue que incluso cuando “los Hermanos” ocuparon el poder en Egipto, no intentaron ponerse bajo la protecci?n de Turqu?a, indicando a Ankara los probables efectos indeseados de una injerencia en los asuntos internos del pa?s.

En cuanto a Riad, su apuesta en el componente financiero cada cada vez opera con menos eficacia. Hasta ahora, con ayuda de donaciones conserva en su ?rbita de influencia a ciertos aliados (en particular Egipto y Sud?n). Pero los bajos precios del petr?leo y el enorme aumento de los gastos, principalmente relacionados con la guerra en Yemen, han reducido dr?sticamente el poder financiero saud?. Las cosas llegaron a tal punto, que por primera vez en su historia, Arabia Saudita comenz? a contraer deuda , y salir de esa situaci?n ser? muy dif?cil.

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En este contexto, el esc?ndalo desatado por el asesinato del periodista saud? en Estambul, es una “carta de triunfo” muy seria en poder de la parte turca. En esta situaci?n, no importa qui?n organiz? el crimen – el mismo principe Salman, o los principes de la oposici?n. Aunque la ?ltima versi?n parece bastante probable, porque los ?ltimos cambios ocurridos en la ?lite saud? muestran claramente que el principe heredero ha cedido posiciones.

?Y qu? puede Ankara exigir a Riad a cambio de su silencio, o al menos, de que haga menos ruido y tenga m?s reserva en este delicado asunto? Es obvio que las exigencias pueden ser:

  1. Retirar el apoyo a las agrupaciones armadas kurdas del SDF, que proporciona Arabia Saudita bajo presi?n de Estados Unidos, con el objetivo de que la carga financiera del conflicto sirio la debieron asumir los “aliados opulentos”;
  2. Levantar las sanciones y la presi?n contra Qatar y renunciar a la exigencia sobre la retirada de las tropas turcas de ese pa?s;
  3. Atenuar la postura saud? hacia el movimiento “Hermanos Musulmanes”, tanto en la Pen?nsula Ar?biga, como en el resto del mundo ?rabe.

Las exigencias anteriores son las m?s evidentes, pero aparte de ellas puede haber otras. Por ejemplo, las autoridades turcas pueden tratar de afianciarse en Kuwait, que no est? muy satisfecho con sus vecinos saud?es. Turqu?a tambi?n puede ampliar su influencia en Sud?n.

Cabe destacar que, en el caso del periodista asesinado Ankara tambi?n trata de usar “el factor Trump”. Al jefe de la Casa Blanca no le conviene inflar este esc?ndalo, y las autoridades turcas son muy conscientes de ello. Por esta raz?n, aprovechan la situaci?n para su beneficio: por un lado, para que Washington haga presi?n sobre Riad, y por otro lado, exigiendo a Washington que renuncie al apoyo kurdo, extradite a G?len y otras concesiones.

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Pero los estadounidenses no inflan el esc?ndalo as? no m?s. Ahora pueden obligar a Riad a que proceda seg?n sus intereses apretando o aflojando sobre esa “ampolla dolorosa” que ahora tienen los saud?es. ?Y qu? necesita la Casa Blanca? En primer lugar, bajos precios del petr?leo. M?s presi?n sobre Teher?n y, cuando sea posible, tambi?n sobre a Ankara. Adem?s, si es necesario, para que Washington haga la paz con Qatar. En general, los saud?es se encuentran en una situaci?n embarazosa poco envidiable: un paso equivocado a la izquierda – pierden el apoyo en su guerra en Yemen, un paso en falso a la derecha – nuevas revelaciones indesables en torno al asesinato del periodista.

Es evidente que el asesinato de Jamal al-Khashoggi m?s de una vez ser? utilizado como palanca de presi?n tanto por los detractores, como tambi?n por los “amigos” de Arabia Saudita. Y culpar por ello los saud?es deben antes que todo, incriminarse a si mismos. Pues por cada culpa, hay que pagar su castigo …

Timur Fatekhov

Muslim Politic

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