Enroque pol?tico en el Departamento de Estado de EEUU: ?Qu? aportar? la CIA a la diplomacia?

Seg?n los expertos, la renuncia de Rex Tillerson como secretario de estado indica con alto grado de probabilidad que Washington abandonar? el acuerdo nuclear suscrito con Ir?n. Y esto, a su vez, aumentar? el riesgo de una nueva confrontaci?n militar en el Medio Oriente …

Comentando esa renuncia, el ex vicepresidente de EEUU, Joe Biden afirm? que “ocasionar? problemas al acuerdo nuclear.” Y destac? que Tillerson, en cierta medida, contribuy? a que la Casa Blanca aceptara el acuerdo con Ir?n.

En ?ste sentido, representantes del “Fundaci?n Nacional para la Democracia” aseguraron que: “El nombramiento de Mike Pompeo como jefe del Departamento de Estado disipa todas las dudas acerca de las intenciones de Donald Trump. Transcurridos apenas dos meses, el presidente estadounidense impuso nuevas sanciones econ?micas contra Ir?n.” Pron?sticos similares ya se han cumplido – seg?n recientes informaciones, el jefe de la Casa Blanca prolong? por otro a?o las sanciones contra Ir?n.

Es importante destacar que funcionarios militares y de inteligencia de EEUU recomiendan abstenerse de una ruptura del “acuerdo nuclear”. En su opini?n, el acuerdo suscrito con las autoridades iran?es es provechoso. As?, el jefe del Comando Conjunto Central, y jefe de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente, el general Joseph Votel, advirti? sobre las posibles consecuencias de esa ruptura. El general hizo hincapi? en que, “ya existe un acuerdo conjunto global para neutralizar las amenazas planteadas por Ir?n, y si rompemos ese acuerdo, tendremos que encontrar otra manera de resolver ese problema.”

Los expertos se?alan que en caso de una ruptura del acuerdo, Teher?n no tendr? razones para mantener la moratoria a sus actividades para la creaci?n de armamento nuclear. Simplemente, las autoridades iran?es expulsar?n del pa?s a los inspectores del Organismo Internacional de Energ?a At?mica (OIEA) y reanudar? su trabajo en el campo nuclear.

Ante semejante perspectiva, EEUU e Israel pueden optar por la fuerza militar para evitar que Ir?n fabrique armas nucleares, o al menos, retrasar la creaci?n de misiles bal?sticos en capacidad de portar ojivas nucleares.

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Durante mucho tiempo, los medios de prensa comentaron ampliamente la probable dimisi?n de Tillerson. Porque eran conocidas las discrepencias que ten?a con Trump en asuntos importantes como:

— la regulaci?n de situaci?n en el Oriente Medio, incluido el conflicto ?rabe-israel?;

— el proceso de negociaci?n con Corea del Norte;

— salida de EEUU del acuerdo sobre el clima de Par?s;

— el proteccionismo comercial;

— el cierre del programa para refugiados.

Muy particular fu? la reacci?n de Tillerson ante el llamado “caso Skripal” y su pleno respaldo a la primera ministra brit?nica, Theresa May, en su “ataque diplom?tico” contra Mosc?. Y esto, a pesar de que la Casa Blanca no ha hab?a pronunciado ning?n tipo de acusaciones directas contra Rusia.

El ex jefe del Departamento de Estado, de hecho, trat? de mantener la l?nea del “Partido Dem?crata”, dirigido por Hillary Clinton y Barack Obama. Probablemente, el nombramiento de Tillerson al cargo de Secretario de Estado fue un compromiso entre los republicanos que llegaron al poder y los dem?crartas que pasaron a un segundo plano. Ahora, probablemente, ese compromiso lleg? a su fin. Y la designaci?n de Mike Pompeo a la jefatura del Departamento de Estado es una confirmaci?n evidente.

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Pompeo es el t?pico funcionario de inteligencia “republicano” con acceso a asuntos de seguridad nacional de alto nivel. Aunque con ciertas particularidades. En primer lugar se afirma que es un pragm?tico, con una amplia experiencia en el trabajo operativo. En segundo lugar, es un experto muy competente en relaciones internacionales. Estos, y otros factores contribuyeron a que Pompeo fuera nombrado ministro de Asuntos Exteriores.

Pompeo tambi?n acapar? m?ritos ante Trump tras la investigaci?n sobre la filtraci?n de documentos confidenciales ocurridos en la sede de Clinton. Entonces, Pompeo, y otros funcionarios de inteligencia llegaron a conclusiones completamente diferentes a las expuestas por los dem?cratas. Seg?n su versi?n, el servidor de los dem?cratas nunca fue vulnerado por ning?n ataque de piratas inform?ticos, y toda la informaci?n fue filtrada por Julian Assange. Pero lo m?s importante de la investigaci?n emprendida por Pompeo y sus hombres fue que las evidencias sobre la supuesta “huella rusa” en este asunto, fueron fabricadas por funcionarios de la sede Clinton.

Finalmente, no puede pasarse por alto los aspectos netamente econ?micos. Tillerson representa los intereses de sectores estadounidenses con importantes proyectos internacionales. Por ejemplo, la compa??a Exxon Mobil, donde precisamente Tillerson trabaj? como director ejecutivo.

En cambio, Pompeo se considera un representante del complejo de la industria militar estadounidense. En particular, nos referimos a Koch Industries Corporation, no tan conocida como Exxon, pero con ingresos superiores a $ 100 mil millones de d?lares. Es importante destacar que la empresa Koch tambi?n se dedica a la explotaci?n de petr?leo (y mucha atenci?n!) a la construcci?n de oleoductos. Esta es una circunstancia relevante porque es bien sabido que la mayor?a de los conflictos y guerras ocurridas recientemente, entre otras causas, han sido consecuencia de luchas por el control de las rutas de petr?leo y gas …

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?Cu?l ser? el rumbo que emprender? la diplomacia estadounidense despu?s de la renuncia de Tillerson y el nombramiento de Pompeo? Es evidente, que cualquier tipo de pron?stico implica factores y matices que a veces, no se tienen en cuenta o pasan desapercibidos. Y sin embargo, es posible esbozar algunos rasgos importantes de la nueva diplomacia estadounidense.

En primer lugar, hay que destacar el car?cter exclusivamente “republicano” del nuevo jefe del Departamento de Estado. Y esto puede conducir a la revisi?n de elementos importantes de pol?tica exterior de EEUU que antes promov?an los dem?cratas, como por ejemplo:

1) La presi?n pol?tica y econ?mica contra Rusia;

2) En Israel el distanciamiento al gobierno de Netanyahu, y los intentos de promover en el poder a fuerzas israel?es m?s moderadas en remplazo de la derecha.

3) Neutralizar a Ir?n, y de paso, impedir su alineaci?n con Mosc? o Pek?n.

4) Continuar con la “primavera ?rabe”, con el objetivo de derrocar los “r?gimenes antidemocr?ticos” en el mundo ?rabe-musulm?n, repitiendo el escenario en Libia.

De hecho, la nueva administraci?n estadounidense comenz? la revisi?n parcial de los puntos anteriormente mencionados al final de la presidencia de Obama. Sin embargo, esto no ocurri? con la claridad y rapidez que pensaba la Casa Blanca. Parece que ahora la situaci?n ha cambiado.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que en el interior del poder republicano tambi?n existen fuerzas con ?direcciones diferentes. M?s que todo, a la hora de establecer el lugar que debe ocupar EEUU en el mundo. Una parte de los republicanos considera que EEUU deben continuar con su pol?tica de globalizaci?n. Mientras que otros creen que ahora es el momento para el aislamiento. Una especie de catalizador de esta lucha interna es el yerno y asesor presidencial, Jared Kushner. Y por lo visto, hasta el momento, nadie ha obtenido la victoria definitiva en esta pugna entre bastidores.

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?C?mo puede caracterizarse la nueva pol?tica exterior de EEUU? ?A favor de Israel, contra Ir?n, pero no contra Rusia? Ante la estrecha alianza entre Mosc? y Teher?n como tel?n de fondo, es evidente que ese curso conduce a un callej?n sin salida. Por supuesto, a menos que no ocurra algo extraordinario …

Muslim Politic con materiales de prensa rusa y estadounidense