Desafios actuales de la diplomacia ?rabe

Опубликовано: 27.03.2015

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Tras el desmoronamiento del campo socialista y la desaparici?n del mundo multipolar, evidentemente la diplomacia ?rabe comenz? un nuevo vector de desarrollo. Tambi?n influy? de manera muy importante los acontecimientos del 11 de septiembre 2001, pues como se?alan expertos y analistas, el mundo cambi? totalmente…

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Como otras, la diplomacia ?rabe ha superado muchos obst?culos, y en este momento afronta varios problemas importantes. Entre ellos:

  1. La existencia de 22 pa?ses separados, que a veces, desarrollan una pol?tica exterior contradictoria, es decir, cuando cada pa?s ?rabe tiene sus propios intereses particulares, que a menudo no coinciden con los intereses de los dem?s.
  2. Los pa?ses ?rabes tratan de unirse s?lo en el caso de litigios y ante focos de inestabilidad, pero a?n as?, a menudo rechazan e ignoran los elementos comunes que favorecen la consolidaci?n.
  3. En los asuntos ?rabes internos permanentemente hay injerencia externa, y esto sucede por conflictos entre los reg?menes ?rabes ocasionados por contradicciones pol?ticas e incluso a veces, por litigios de car?cter personal.
  4. Muchos de los reg?menes ?rabes tratan de establecer relaciones con otros pa?ses, a veces, en detrimento de las relaciones con los dem?s.
  5. Divergencias de puntos de vista en cuestiones ?rabes clave, sobre todo la cuesti?n palestina (cuando algunos pa?ses sin tener en cuenta la postura com?n, establecen relaciones con Israel); o en relaci?n a la operaci?n militar contra Irak (algunos reg?menes fueron observadores, otros proporcionaron informaci?n y apoyo log?stico, y terceros ofrecieron su pleno apoyo). En estos y en otros momentos, la diplomacia ?rabe fracas? porque fue incapaz de adoptar una potura com?n.
  6. La falta de una visi?n clara y una agenda espec?fica para hacer frente a los problemas externos e internos.
  7. La limitaci?n y restricci?n de intereses exclusivamente en torno al mundo ?rabe, lo que conduce a ignorar al resto de pa?ses musulmanes.

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Es evidente que para mejorar la eficacia de su diplomacia, el mundo ?rabe necesita una diplomacia com?n, que integre una estrategia a largo plazo, basada en la confianza mutua. Tambi?n hay que buscar nuevas ideas y m?todos, adem?s del “arma petrolera” que, ya no es una herramienta en poder de los ?rabes, sino que se ha convertido en un instrumento de presi?n en manos de Washington.

Otro problema grave de la diplomacia ?rabe es el proceso de selecci?n de diplom?ticos. Muy a menudo, la prioridad no es el profesionalismo del candidato, sino su pertenencia a una familia en particular, clan, o la existencia de v?nculos de amistad en la ?lite gobernante del pa?s. La labor diplom?tica se ha convertido en una especie de recompensa o, por el contrario, un pretexto para apartar a personas del poder. Incluso el desconocimiento de idiomas extranjeros a menudo no es un impedimento para el nombramiento de diplom?ticos.

Otro reproche que plantea la actividad diplom?tica es la divergencia entre los hechos y las palabras. Esto es particularmente evidente en relaci?n con el problema palestino: todos los pa?ses ?rabes rechazan la ocupaci?n de los territorios palestinos, declaran su disposici?n a su liberaci?n, denuncian su rechazo a la pol?tica de EEUU por su apoyo total a Israel… Sin embargo, la mayor?a de las veces, esas declaraciones no se corresponden con los hechos reales. Y esta evidente disonancia entre los hechos y las palabras conduce a que frecuentemente la diplomacia ?rabe sufre duras y amargas derrotas con consecuencias no menos graves que las derrotas militares.

De esta manera, la diplomacia ?rabe no pudo comprender plenamente las consecuencias del fin de la “guerra fr?a”, y tampoco pudo asimilar los peligros y consecuencias del 11 de septiembre de 2001. Finalmente, los diplom?ticos ?rabes no pudieron impedir la guerra contra Irak, ni reducir al m?nimo los efectos negativos de la invasi?n de las tropas estadounidenses.

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No puede pasarse por alto que las relaciones inter-?rabes a comienzos del siglo XXI son muy diferentes en comparaci?n con las relaciones que exist?an en tiempos de la “guerra fr?a”, ahora, esas relaciones son m?s complejas y muy susceptibles a la influencia exterior.

En las condiciones de un mundo unipolar, la militarizaci?n de las relaciones internacionales y la reducci?n de la influencia de Naciones Unidas en el escenario mundial, surge la pregunta sobre el nuevo papel de la diplomacia ?rabe en el sistema internacional. Y esa pregunta es, ?qu? hacer? para contrarrestar numerosos peligros como por ejemplo:

— Los planes geo-estrat?gicos para la divisi?n ?tnica y confesional de esa regi?n y la consolidaci?n jur?dica de esa divisi?n (en otras palabras, la creaci?n de peque?os pa?ses en guerra permanente los unos contra los otros);

— La nueva delimitaci?n de las fronteras del mundo ?rabe por medios militares directos, y ante la imposibilidad de tal escenario, provocar cambios desde el interior;

— Los planes para reducir la influencia de la Liga de los Estados ?rabes (aunque hay que reconocer que en los ?ltimos a?os esta organizaci?n se ha desacreditado con declaraciones y resoluciones contradictorias);

— Los intentos para impedir que la diplomacia ?rabe-musulm?n adopte posturas coordinadas, sobre todo en temas geopol?ticos globales, ya que la existencia de una postura com?n por parte del mundo ?rabe-musulm?n lo convertir? en una fuerza m?s fuerte y m?s independiente en el sistema internacional.

Por ahora, no se han propuesto respuestas claras a estos desaf?os. El ?ltimo intento de coordinar esfuerzos y unificar posturas se hizo para la creaci?n de una nueva coalici?n cuyo protagonismo intentaron desempe?ar algunos pa?ses del Golfo (m?s exactamente, Arabia Saudita y los Emiratos ?rabes Unidos) como respuesta a temores de que su estabilidad estaba en peligro. Sin embargo, ese proceso est? dirigido claramente a contrarrestar otros pa?ses musulmanes (principalmente contra Ir?n).

Adem?s, esto transcurre con la participaci?n de fuerzas externas interesadas, lo que induce a la idea de que este proceso forma parte de planes geopol?ticos de otras fuerzas no precisamente musulmanas.

Esto significa que una vez m?s los musulmanes est?n siendo manipulados para lograr objetivos ajenos, como ya ha ocurrido en la historia m?s de una vez – baste recordar a los separatistas ?rabes a comienzos del siglo XX, que de hecho provocaron el desmoronamiento de un estado isl?mico unificado.

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De esta manera, los acontecimientos que actualmente ocurren en Medio Oriente demuestran que cuando los intereses estrechamente locales prevalecen sobre los objetivos isl?micos generales, la labor diplom?tica de los pa?ses ?rabes no puede dar resultados positivos.

 La fuerte dependencia de factores externos, el abismo de intereses en pol?tica exterior de cada pueblo en detrimento de lo que quiere un estrecho c?rculo de personas hacen que esa diplomacia sea d?bil e incapaz de resolver los problemas que afronta este mundo que cambia tan r?pidamente.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, el objetivo vital ?rabe-musulm?n debe ser al menos, el desarrollo de una pol?tica exterior com?n.

Sin embargo, los cambios profundos que est?n sucediendo ahora en el mundo hacen que ese objetivo me parezca muy, muy dif?cil. En todos los aspectos demas?ado complejo, pero no imposible…

Ali Aliyev, experto del portal

Muslim Politic

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